El ser humano es por naturaleza gregario, es decir, necesita vivir en comunidades, compartir con sus semejantes.
Cuando recién nace, es dependiente totalmente de sus padres; a medida que crece, se vuelve independiente, adquiere la capacidad de amar y desaloja su egoísmo innato. Su felicidad o infelicidad radica en su capacidad o incapacidad de amar.
También conviene recordar que existe un antes y un después del grupo.
Todos cuando recién llegamos, entre otras dolencias emocionales, recordamos nuestros diversos grados de dependencia emocional, que a veces ni éramos conscientes de dicho comportamiento Con el análisis de los testimonios, el conocimiento de la literatura y el amor reinante en el grupo, nos dimos cuenta de ello.
Pudimos luego, transitando el camino de la recuperación, verter estos conceptos, estos valiosos testimonios, que coinciden con las pautas de nuestra literatura.
Así, también, podemos hablar de la sana dependencia del grupo, en especial en las primeras etapas, teniendo sumo cuidado de no caer en una dependencia enfermiza de algún o algunos compañeros, hecho que puede ocurrir si perdemos de vista que la neurosis es un problema en común.
Finalmente, si de alguien podríamos depender, sanamente hablando, sería de nuestro Poder Superior, tal como cada uno de nosotros lo concibe.
Mejor dicho, en estado de recuperación, dejar que un Poder Superior a nosotros mismos guíe nuestras vidas.
2 comentarios:
Hola Gabriel, ya te extrañaba, me encanta tu página y que bueno que tendremos otra alternativa =)
Hola Gaby, Gracias, vamos a ver como nos sentimos con dos alternativas
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