y siempre sabré que tanto como yo dé al mundo,
el mundo me dará a mí."
"Solo por hoy"
¿Cómo es posible tener miedo de disfrutar de la belleza? Seguro que no hay nada temible en la belleza.
Fue justo el miedo a la comida lo que realmente me hizo esconderme de la comida. Tener miedo a la vida es tener miedo a todo, tanto a lo bueno como a lo malo, a lo bello como a lo feo.
Respecto a dar al mundo, me corresponde a mí el primer movimiento, como me corresponde enfrentarme a la vida con una sonrisa que diga: "Estoy feliz de estar aquí". Amarse a uno mismo, disfrutar de la vida y recibir con entusiasmo sus regalos, eso es "dar al mundo".
Un día a la vez…
Mi liberaciòn de la obsesión por la comida, me devuelve el derecho que Dios me dio para disfrutar de la belleza de este mundo y no tener miedo a demostrarlo.
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