Al-Anon nos ayuda a identificar y cambiar comportamientos autodestructivos. En mi caso, postergar cosas era causa de mucha ansiedad innecesaria, pero con la ayuda de Al-Anon he logrado reconocer y cambiar esa pauta.
Al aprender a concentrarme en mi mismo, comencé a prestar atención a mis pensamientos y sentimientos. Cuando me sentía inquieto, me tomaba el tiempo para averiguar la causa de mi incomodidad. Descubrí que tenía el hábito de postergar las tareas desagradables hasta el último momento. Como sabía que al final tenia que realizar aquella tarea, me resultaba difícil sentirme tranquilo si no la concretaba. Llegue a darme cuenta de que si me ocupaba de lo que tenía que hacer inmediatamente, podía en general deshacerme de la ansiedad y disfrutar el resto del día. Es difícil romper hábitos viejos. No sucedió de la noche a la mañana, pero al mejorar mi disposición de no aplazar las cosas, pude gobernar y disfrutar mi vida.
“No mires en donde caíste, sino en donde resbalaste”
Proverbio liberiano.
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