2 de julio de 2011

Un ladron de tiempo: El resentimiento

Todos, alguna vez en nuestra vida, nos hemos sentido engañados, burlados, decepcionados, desilusionados... por alguien en quien habíamos depositado nuestra confianza; o por alguien, sin ser merecedor de ésta por simple falta de trato directo, de la que no cabía esperar tales actitudes.

El resentimiento pugna entonces por ocupar nuestros pensamientos hacia y contra esa persona, absorbiendo parte de nuestra aventura diaria, desplazando otros aspectos de la vida que sí merecen ser recordados y vividos: amigos, familia, trabajo, hobbies, ...
Todo el tiempo que dedicamos al resentimiento es tiempo que se escapa, que nos robamos, de nuestra vida y que nunca podremos recuperar.

El daño ya está hecho. El resentimiento, la preparación de una venganza, la consumación misma de esa venganza, no resarcirá ese daño. Aprendamos la lección: quien intentó hacernos daño se ha mostrado tal cual es y sabemos de ella más de lo que tal vez le hubiera gustado que supiéramos.

Con la lección aprendida, pues, ignoremos, olvidemos, al ofensor y dediquémonos a aquello y a aquellos que sí dan sentido a nuestra vida, llenándola y reconfortándola.
El resentimiento, la venganza, es para aquellos que no tienen otra vida que cultivar.

Anonimo

No hay comentarios: